Los Rayos x permiten a los doctores identificar posibles anomalías dentro del paciente de manera temprana. Lo cual permite realizar diagnósticos y definir tratamientos adecuados.
Pero, ¿realmente era necesaria la implementación de esta tecnología en el campo médico?
Previamente del descubrimiento de esta tecnología, los diagnósticos médicos se realizaban por medio de “entrevistas” realizadas a los pacientes, preguntando por síntomas. También el doctor procedía a realizar palpaciones en las zonas afectadas e incluso recurrir a la auscultación (Exploración de sonidos que se producen al interior de un ser vivo).
Debido a la ausencia de los Rayos X, se solían cometer errores. Lo anterior debido a que se llegaban a conclusiones, en muchos casos, alejadas de la realidad. Lo cual podía dar como resultado, la realización de procedimientos inadecuados e innecesarios.
Descubrimiento de los Rayos X
El descubrimiento de los Rayos X, se dio en el año 1895 por el físico alemán Wilhem Conrad Rötgen.
A partir de dicho descubriendo, los Rayos X tuvieron un gran impulso tecnológico; puesto que ya no solo se trataba de poder ver los huesos al interior del cuerpo humano. Gracias a la complementación de sustancias de contraste, era posible la visualización de órganos internos.
Gracias a todo esto, la medicina tuvo un avance significativo, ya que los diagnósticos, acompañados de imágenes radiográficas, les permitía a los médicos identificar enfermedades a tiempo y poder dar un tratamiento adecuado a estas.